Cocora, Colombia - Polarsteps

Paseo por el valle del Cocora. Jorge (el chico del Hostel) me había recomendado irme en el primer Jeep a las 7.30 AM para disfrutar el día en el Cocora. Y como suelo aceptar recomendaciones, me levanté temprano, preparé la mochila y el agua para el mate 🧉 y salí a las 7.15 a la plaza principal para tomar el Jeep. En la plaza hay una caseta donde venden los tickets para el Cocora y Filandia y también para los tours de café. Conseguí boleto en el primer Jeep (9.000 COP o poco más de 2usd ida y vuelta) y en un pedacito de asiento que quedaba logré acomodarme pues eso de ir parada afuera del Jeep, aunque me parezca interesante, no me anima. Me da miedo con mi yo debilucha. Nos subimos todos y arrancamos! En menos de media hora de paisajes y unas vistas increíbles, arribamos al Cocora. Pregunté dónde tomaba el Jeep de regreso y encontré a una persona del parque que me recomendó comenzar con el sendero de las palmas por lo despejado de la mañana. Así que así hice y ubiqué la entrada al valle de las palmas. No había casi gente, solo unos pares de viajeros como yo. Se pagan 15.000 COP o casi 4usd por la entrada al valle. El chico de la entrada me explicó cómo podía hacer todo el circuito y salir por el otro lado de la montaña, dónde debería pagar 6.000 COP adicionales por entrar a un parque que está privatizado. Me indicó además que el trayecto eran unos 7km en toda la vuelta y con una dificultad baja - media. Así que pagué y arranque la caminata. Realmente la vista no tiene pérdida. Es hermoso ver palmeras tan tan altas en medio de una montaña ⛰️ caminaba, paraba y tomaba fotos y así continuaba. Hay dos miradores en el camino. Paré en ambos y me tomé unos mates 🧉 y me comí una fruta 🍈 mirando el paisaje, sin ganas de irme, reflexionando sobre lo afortunada que soy en ver cosas tan hermosas. Seguí subiendo el sendero, cada vez más empinado como para respirar con agitación 🫁. Después de un rato apareció una planicie que tenía unos árboles súper altos y super lindos.. me sentí en una película 🎥 además iba completamente sola, disfrutando para mí todo el parque. Al rato me tropecé con una finca (que estaba en la explicación del chico) pero que no encontraba como pasar. Así que di vueltas un rato hasta que encontré un espacio entre la granja y la puerta del sendero. Pasé (no para la granja sino para el sendero) y ahí comenzó el descenso. Yo hubiese querido saber que la bajada por la montaña era quebradiza y llena de ríos, pues hubiese preferido subir por ahí y luego bajar por terreno plano (para mí siempre es más fácil subir que bajar) pero es parte de la experiencia así que lo disfruté igual. La bajada es en resumen atravesar la montaña, y en el camino ir pasando el riachuelo que baja de la misma. En el camino encontré el parque de los colibríes, pero también había que pagar aparte así que me abstuve, tanto por el costo (5 USD) como por la caminata (ya me iba doliendo un poquitín la rodilla). Continué la bajada donde pasé por cuatro puentes (bastante descuidados para el precio que se paga y la cantidad de gente que recorre el parque) pero bueno. Los atravesé sin ganas pues no me gustan los puentes en mal estado, y de repente aparecí de nuevo en el sendero fuera de la montaña. Recorriendo el valle de las palmas pero desde la parte de atrás. Unas vistas imperdibles. En el camino paré a descansar un poco y tomar unos mates 🧉 luego continué hasta salir a la otra entrada. Había puesto mi reloj a registrar la caminata, dónde comprobé que no eran 7km sino 12km. Volví y en recompensa de mi caminata, entre a un restaurante con vista a la montaña y me compré un desayuno de huevos, arepa y queso (a las 12 del mediodía, pero no importa). Disfruté mucho el desayuno, viendo el paisaje mientras tomaba un café. También ví como a esa hora es que llegan todos los turistas que no quieren hacer el trekking (solo van al parque temático que está en la entrada. A ese no fui pues eran 10.000 COP o 2.5usd que no ví necesario pues los pasajes se ven desde afuera. Se paga para los pósters de las fotos). Comí y volví a buscar el Jeep de regreso al pueblo. Muy contenta y agradecida de haber vivido la experiencia en un lugar tan icónico en Colombia.

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