Partimos a las 7.30am desde Tupiza. Con todas nuestras cosas pues para quien desea quedarse directamente en Uyuni, es posible. Yo me levanté súper temprano y alisté todo, además de desayunar un tecito con pan. Comenzamos la ruta y el Sr. Jonny nos indicó que estaríamos ascendiendo aprox. 1000mts en una hora. Efectivamente, apenas comienzas la ruta empiezan las subidas, las escarpadas en medio de la montaña. Hicimos la primera parada en el Sillar que se encuentra a 3300mts. Es impresionante a la vista, ver desde arriba las erosiones y las formaciones de las montañas. Las formas son a causa de las lluvias y el viento. Seguimos la ruta por el medio de la montaña hasta llegar a un lugar llamado Auana Pampa, allí vimos muchas llamitas pastoreando. Es un lugar más bien plano, en el medio de la montaña, lleno de mucho pastito. Desde allí continuamos el camino hasta llegar al pueblo de cerrillos dónde almorzamos. Ese lugar se encuentra a unos 4.200 mts de altura. Mi primera sesión de apunamiento xD solo me senté un rato y ya me sentí mejor. El almuerzo estaba increíble, comida para revivir y seguir el camino. También había baño (2bs). Así que comimos, reposamos y listos para seguir el viaje. Arrancamos la ruta, viendo el mismo estilo de montañas, desérticas, con vicuñas y llamas. Verdes y amarillas, hasta que llegamos a un lugar llamado Las Ruinas de San Antonio de Padua (o también lo llaman el pueblo fantasma). Son 15bs la entrada. Al llegar nos recibe una muchacha del lugar, quien nos cuenta la historia del lugar, desde el modo de vida a la llegada de los Incas, cómo a la llegada de los españoles. Es una historia muy triste que vale la pena escuchar. Pues hace parte de la historia de Bolivia. Entramos al pueblo en ruinas, caminando unos 15 minutos (mi segundo apunamiento del día xD pues estábamos a 4600mts de altura). En el lugar hay un baño así que lo aproveché. Terminamos la caminata y salimos para continuar el camino, y llegar al punto más alto del viaje a 4.855mts de altura! Desde ese lugar se ve una laguna hermosa, muy verde. Estuvimos allí unos cinco minutos, y cuando subimos a la 4x4 para continuar, adivinen qué: no prendió 😱 Allí comenzó otro tipo de travesía, esa no planeada, que era estar varados en el medio de la nada. Eran las 4.30 de la tarde aproximadamente. El Sr. Jhonny comenzó a revisar que pasaba, y pasaba el tiempo, y el tiempo, y no conseguía solución. A eso de las 5.15 apareció la primera camioneta (con otros viajeros) así que se sumó una persona más a ayudar al Sr. Jhonny. Al cabo de una hora ya eran 4 camionetas, todos preocupados, todos tratando de resolver el problema (era un problema eléctrico con la bomba de la gasolina). Y cayó la noche, y es impresionante en esas alturas como la falta del sol es un cambio radical. Nos atacó el frío, y a mi particularmente la altura (tercer apunamiento del día! Este vino con dolor de cabeza, malestar y ganas de vomitar). Cuando ya hacía mucho frío, decidieron repartirnos a los de la camioneta averiada, en las demás camionetas (éramos 5). El Sr. Jhonny se quedaba solo resolviendo el asunto 😥 Recorrimos un buen trayecto hasta la entrada al parque nacional (allí hay que parar, mostrar documentos y pagar 150bs por la entrada). De allí continuamos el viaje y adivinen qué: la otra camioneta también se apagó, pero esta fue por exceso de peso. Nos tuvimos que bajar, para que la camioneta subiera ligera, y después nosotros subir a pie (yo con malestar se imaginan que la pasé de maravilla xD) Pasado eso, al fiiiin, al fin, llegamos al hospedaje. Nos quedamos a dormir en un poblado llamado quetena chico. El tour tenía preparado para nosotros un hospedaje con todo lo necesario, comida (que nos la hizo la mejor chef Porfi), una habitación muy cómoda y con camas calientitas y baños muy limpios. Allí no hay agua caliente. Si la quieres hay que pagar adicional. Pero seamos honestos: con ese frío ¿Quien quiere bañarse? Yo siempre llevo toallitas húmedas para resolver. Comimos la mejor sopa del mundo mundial, de esas sopas que reviven el alma. Un tecito, y otra cosa que ahora no la recuerdo. Mientras comíamos, especulabamos que iba a pasar con nosotros si no había camioneta. Cuando apareció el Sr. Jhonny! Había resuelto el problema. Así que nos fuimos a dormir felices y con frío por supuesto.